Rondador nocturno que buscas tu corazón en el viento.
Rondador nocturno que caíste bajo el trago amargo del desamor.
Rondador nocturno que veneno en tus labios guardas. Que anhelo guardas en tu interior.
Rondador que desea la mujer que ya se ha marchado.
Rondador que en la muerte piensas por su causa. Que en tus pensamientos la felicidad se disipa, que en tus sentimientos el amor se acaba.
Rondador que atas tu destino. Rondador que desatas tu corazón y permites sea herido.
Rondador nocturno que buscas tu corazón en el viento. Pero solo sombras encuentras.
Y la vida siguió como sigue un río, con la misma frescura al principio que al final, como ya les dije llegó tercer año y la conocí por segunda vez.
El amor siempre es de dos, cualquier otra cosa es puro enamoramiento.
Por estas fechas llevaba yo un tiempo soltero ya, aproximadamente 1 año. Ella, llevaba aproximadamente... nada, tenía novio con el cual ya tenía un año saliendo. Pequeño inconveniente, nada que no se pueda solucionar claro.
Empezó el jueguito del cortejo, al principio me acerqué a ella con cierta... curiosidad más que nada, inicialmente mi intención era vengarme de aquella vez hace 3 años que me había visto con desdén ésta mujer que se creía diosa, pero conforme la conocí me di cuenta de lo ideal que era para mi, como si su nacimiento y mi muerte hubieran estado ligados desde el inicio de los tiempos.
Dos semanas, ese fue el tiempo que tardé en cortejarla para que dejara al extraño cuyo nombre ni siquiera recuerdo (no es cierto, pero no tienen que saberlo claro), en dichas dos semanas me reveló toda una vida de luchas inalcanzables, principalmente contra sí misma, y me demostró un carácter implacable, evidentemente ésta mujer conseguía siempre lo que quería.
Gracias a su enorme ego fue que ella se enamoró de mi. No me malentiendan, yo también estaba enamorado, ella lo sabía pero se resistía a dejar al otro y si bien puedes desenvolverte como tu gustes en los aspectos del amor, ser "el otro" nunca te dejará pasar de ahí; así que la misión en la que puse mi empeño fue en la de descartar a la competencia.
Hay una cosa curiosa con las personas, supongo que debe tener alguna relación con el instinto de acumulación que nuestros antepasados desarrollaron para sobrevivir, hoy día es por supuesto inútil, me refiero a que los seres humanos desean mucho más aquello que no tieneno que no pueden obtener.
Es el segundo jueves desde que la conocí, mis emociones hierven a flor de piel y las suyas también, cada segundo que pasamos juntos es como si juntaran éxtasis con cocaína chocolate y te lo inyectaran directo a la corteza cerebral; yo me retengo de besarla, únicamente he estado alimentando la tensión sexual durante 8 días y puedo ver que no puede más, me necesita y yo a ella.
Se acerca a mi, sus labios enormes están húmedos sin siquiera haberlos mojado; su cuerpo destila deseo. Mi cuerpo se mueve solo y se acerca a ella, rozan nuestro labios y nos tomamos de las manos, me da un pequeño beso en la mejilla jugueteando pícaramente con la comisura de mis labios, entreabre la boca, se acerca, siento su pulso en las palmas de sus manos, el calor emana de su cuerpo y todos a nuestro alrededor nos miran atentamente y entonces... me aparto, me muevo justo en el momento que nuestros bocas estaban destinadas a encontrarse y entonces todo su deseo se convierte inmediatamente en tensión... con un toque de frustración para una mujer como ella.
Es su estación, se baja para seguir con su camino, yo sonrío y ella me descuartiza internamente, todo salió como estaba planeado.
Es la tarde del jueves, la llamo, nada ha pasado es el tono de mi voz, pero escucho en ella el resentimiento que buscaba, se que no puede quedarse así, se que me necesita pero no dejo que ella sepa la titánica fuerza de voluntad que requerí para apartarme de ella, platico 15 minutos con ella de nada la invito a salir el viernes para que no haga planes y cuelgo.
Es viernes, puedo ver que se puso lo mejor que pudo encontrar, su escote atrae miradas todo a su alrededor, vamos al cine.
Salimos, no recuerdo ni el título de la película, le pregunto en tono burlón si ella lo recuerda, se ríe... es obvio que no. Y entonces le digo, - tú debes estar conmigo, SÓLO conmigo y tienes hasta el lunes para que esta condición se cumpla o esto no podrá seguir más adelante-. Recibo una llamada el sábado a las 10 indicándome que ahora ya sólo yo era dueño de sus besos; ni siquiera me siento mal por el desconocido al que se la arrebaté.
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Fin del Capítulo 3
Rondador nocturno que caíste bajo el trago amargo del desamor.
Rondador nocturno que veneno en tus labios guardas. Que anhelo guardas en tu interior.
Rondador que desea la mujer que ya se ha marchado.
Rondador que en la muerte piensas por su causa. Que en tus pensamientos la felicidad se disipa, que en tus sentimientos el amor se acaba.
Rondador que atas tu destino. Rondador que desatas tu corazón y permites sea herido.
Rondador nocturno que buscas tu corazón en el viento. Pero solo sombras encuentras.
Y la vida siguió como sigue un río, con la misma frescura al principio que al final, como ya les dije llegó tercer año y la conocí por segunda vez.
El amor siempre es de dos, cualquier otra cosa es puro enamoramiento.
Por estas fechas llevaba yo un tiempo soltero ya, aproximadamente 1 año. Ella, llevaba aproximadamente... nada, tenía novio con el cual ya tenía un año saliendo. Pequeño inconveniente, nada que no se pueda solucionar claro.
Empezó el jueguito del cortejo, al principio me acerqué a ella con cierta... curiosidad más que nada, inicialmente mi intención era vengarme de aquella vez hace 3 años que me había visto con desdén ésta mujer que se creía diosa, pero conforme la conocí me di cuenta de lo ideal que era para mi, como si su nacimiento y mi muerte hubieran estado ligados desde el inicio de los tiempos.
Dos semanas, ese fue el tiempo que tardé en cortejarla para que dejara al extraño cuyo nombre ni siquiera recuerdo (no es cierto, pero no tienen que saberlo claro), en dichas dos semanas me reveló toda una vida de luchas inalcanzables, principalmente contra sí misma, y me demostró un carácter implacable, evidentemente ésta mujer conseguía siempre lo que quería.
Gracias a su enorme ego fue que ella se enamoró de mi. No me malentiendan, yo también estaba enamorado, ella lo sabía pero se resistía a dejar al otro y si bien puedes desenvolverte como tu gustes en los aspectos del amor, ser "el otro" nunca te dejará pasar de ahí; así que la misión en la que puse mi empeño fue en la de descartar a la competencia.
Hay una cosa curiosa con las personas, supongo que debe tener alguna relación con el instinto de acumulación que nuestros antepasados desarrollaron para sobrevivir, hoy día es por supuesto inútil, me refiero a que los seres humanos desean mucho más aquello que no tieneno que no pueden obtener.
Es el segundo jueves desde que la conocí, mis emociones hierven a flor de piel y las suyas también, cada segundo que pasamos juntos es como si juntaran éxtasis con cocaína chocolate y te lo inyectaran directo a la corteza cerebral; yo me retengo de besarla, únicamente he estado alimentando la tensión sexual durante 8 días y puedo ver que no puede más, me necesita y yo a ella.
Se acerca a mi, sus labios enormes están húmedos sin siquiera haberlos mojado; su cuerpo destila deseo. Mi cuerpo se mueve solo y se acerca a ella, rozan nuestro labios y nos tomamos de las manos, me da un pequeño beso en la mejilla jugueteando pícaramente con la comisura de mis labios, entreabre la boca, se acerca, siento su pulso en las palmas de sus manos, el calor emana de su cuerpo y todos a nuestro alrededor nos miran atentamente y entonces... me aparto, me muevo justo en el momento que nuestros bocas estaban destinadas a encontrarse y entonces todo su deseo se convierte inmediatamente en tensión... con un toque de frustración para una mujer como ella.
Es su estación, se baja para seguir con su camino, yo sonrío y ella me descuartiza internamente, todo salió como estaba planeado.
Es la tarde del jueves, la llamo, nada ha pasado es el tono de mi voz, pero escucho en ella el resentimiento que buscaba, se que no puede quedarse así, se que me necesita pero no dejo que ella sepa la titánica fuerza de voluntad que requerí para apartarme de ella, platico 15 minutos con ella de nada la invito a salir el viernes para que no haga planes y cuelgo.
Es viernes, puedo ver que se puso lo mejor que pudo encontrar, su escote atrae miradas todo a su alrededor, vamos al cine.
Salimos, no recuerdo ni el título de la película, le pregunto en tono burlón si ella lo recuerda, se ríe... es obvio que no. Y entonces le digo, - tú debes estar conmigo, SÓLO conmigo y tienes hasta el lunes para que esta condición se cumpla o esto no podrá seguir más adelante-. Recibo una llamada el sábado a las 10 indicándome que ahora ya sólo yo era dueño de sus besos; ni siquiera me siento mal por el desconocido al que se la arrebaté.
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Fin del Capítulo 3
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