lunes, 18 de abril de 2011

Leyendas de Amor y Desamor, Capítulo 5

Abre las alas mariposa
agítalas al son del viento,
abre las alas mariposa
muéstrame el color de tu nacimiento.

Abre las alas mariposa
apaga el sol con tu latido,
abre las alas mariposa
seduce a la luna con tu aullido.

Abre las alas mariposa
quítale al mundo el color,
abre las alas mariposa
conviérteme en víctima del desamor.

Abre las alas mariposa
líbrame de mi sufrimiento,
abre las alas mariposa
y dame descanso eterno.

Siempre creí que esa mujer sería la única por el resto de mi vida, que estaría conmigo por siempre y que nunca se apartaría de mi lado, sin embargo la vida es un río caprichoso y las personas prefieren seguir la marea que luchar contra la corriente, fue así como la perdí.

Daría mi último aliento sin dudarlo, por tener el tuyo a mi lado.

Hay tanto que contar en esta historia que sería interminable de decirlo todo. Por otra parte, hay ciertas cosas que uno no debe compartir con el mundo, los tesoros dejan de serlo cuando alguien más los encuentra.

Como un simple humano debería maldecir mi suerte, pero no es así, mi relación con ella siempre estuvo basada en la absoluta confianza que teníamos el uno por el otro, realmente a nivel superficial no compartíamos absolutamente nada, pero en lo importante, en la capacidad de entendernos el uno al otro, ser confidentes de nuestros secretos y amarnos sin juzgar los pensamientos de nuestras retorcidas mentes eramos los mejores.

Ella y yo teníamos un nivel de confianza tal que dejamos de tener secretos el uno para el otro y al hacer esto el resto del mundo obtuvo un estatus de "extraño" a nuestro pequeño universo que nos unió como nada. Sin importar lo que nos pasara por la cabeza sabíamos que el otro lo entendería y nos seguiría amando sin juzgar; al principio yo creí que así eran todas las parejas, más tarde me enteré que todas las parejas tienen secretos el uno del otro, básicamente, que estaba jodido.

Entendamos esto, recordemos que ella fue mi primer amor, misma experiencia que se supone debe mejorar con los años y las parejas mientras maduramos. En este caso nuestra relación estaba cimentada en la absoluta confianza, la comprensión y el perdón, cosas que parejas con 50 años de estar juntos ni siquiera sueñan con tener, mismas cosas que provocaron que mi conceptualización del amor se situara en un nivel ridículamente elevado, un nivel que podría no ser alcanzable nunca más,

En fin, hacia el tercer año aproximadamente, empecé a tener un sueño recurrente, en este sueño la protagonista era Arlette, si, la misma del capítulo 2.

Yo tenía perfectamente claro en este punto mis sentimientos por Malu y mis sentimientos por Arlette, por la primera daba mi vida, por la segunda no daba un peso; el problema era mi definición de fidelidad ya que yo sentía que al soñar con Arlette una parte de mi de cierta forma estaba engañando a Malu; por ello me senté un día con Malu y le pedí 3 semanas para arreglar mis conflictos internos con Arlette y posteriormente volvería con ella.

Así fue, busqué a la actriz principal de mis sueños y salí un par de veces con ella; 2 salidas fueron suficientes, se había vuelto aún más vacía y tonta con los años, era feliz, o lo que ella concebía como felicidad por lo menos, todo bien, deje de soñar con ella y nunca ha vuelto a aparecerse por mis descansos nocturnos.

Malu me esperó durante esas 2 semanas pacientemente, dispuesta a esperarme las 3 que había solicitado inicialmente, al regresar, nos vimos y nos abrazamos con fuerza, le dije que todo estaba bien y que ella era el único sueño que yo necesitaba.
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Fin del capítulo 5

lunes, 11 de abril de 2011

Leyendas de Amor y Desamor, Capítulo 4

Primero una disculpa, por falta de tiempo no he podido publicar últimamente, pero bueno seguimos aquí con el capítulo 4 de la historia.
 
Sueños fortuitos
Hechos de imágenes.

Vidas malditas
Forjadas con dolor.

Cuerpos humanos
De sangre y de carne.

Felicidad mía
Solo completa con tu amor.

El dolor nunca desaparece, únicamente nos acostumbramos a él.

Recuerdo la primera vez que dije "te amo". Ésta historia en particular tiene 2 versiones diferentes, la primera, que es la que ella les contará si alguna vez tienen la fortuna de conocerla, dice que yo solté estas dulces palabras hacia ella con tan solo 2 semanas de habernos conocido. La segunda, que es la real, dice que yo tardé más de 6 meses antes de poder decirle que la amaba (aunque le dice que la quería desde muy temprano en la relación). De cualquier forma, la realidad es que nunca lo he vuelto a decir a nadie.

Hay ciertas cosas que en una relación pasan pero nadie usualmente se siente orgulloso de ellas, sin embargo éstas experiencias en particular son las que marcan para siempre la pauta de la vida de pareja: la primer horrible vez que hacen el amor, la verdadera historia de cómo se conocieron, la primer pelea y en general todas aquellas experiencias que crean confidencia en una pareja.

Les voy a contar la primera vez que supe que amaba a ésta mujer.

Mi bisabuelo, hombre sabio, tenía un dicho muy sabio, el solía decir que no era lo mismo dormir con alguien que levantarse con alguien; cosa que es completamente cierta y que por años me ha fascinado el atino de palabras tan simples.

Mis padres desde muy jóvenes se separaron, se amaban y eran una pareja muy feliz, pero no podían compartir el mismo techo o el universo a su alrededor se doblaba en su contra provocando caos; debido a ésta extraña circunstancia vivían en casas separadas, por este tiempo mi padre solía tener una pequeña cabaña en las afueras de la ciudad donde iba a dormir usualmente y los fines de semana lo utilizaba como mi hotel personal.

Ese día comimos fondue, derretido en una cazuela de barro, primero al microondas y cuando nos rendimos debido a su poco efecto sobre el queso utilizamos la estufa, pan, una mesa arreglada para una "comida" romántica y nosotros dos eran los ingredientes que hacían la mezcla del acontecimiento.

Comimos, como pudimos claro, debido a que no teníamos una "fonduera" como tal el queso se endureció en los primeros 10 minutos que empezamos a comer, creando una especie de masa quesosa de una consistencia francamente desagradable, el sabor, no tan mal, por lo menos a ella le gustó.

Fuimos a la recamara y nos abrazamos, nos quedamos platicando un rato acerca de nuestros proyectos, de la escuela, en fin de todo y de nada al mismo tiempo, nos besamos y después hicimos el amor como solíamos hacerlo cada vez que estábamos solos en una cama.

Se quedó dormida en mis brazos, la abrazaba por la espalda y podía sentir su corazón latir, ese sonido de vida que emanaba de ella me arrullo y me quedé dormido; desperté una hora después, ya no estábamos en la mismo posición, ella ahora estaba de frente a mi y nuestros rostros se encontraban el uno al otro, recuerdo que abrí los ojos y la vi dormida, estaba simplemente... durmiendo y sin embargo no podía quitarle la mirada de encima, como si su sueño tuviera una especie de poder hipnótico sobre mi.

Estuve largo rato simplemente viéndola dormir, era hermosa y yo me sentía afortunado de tenerla a mi lado, a ésta mujer tan maravillosa que no me parecía aburrida ni siquiera cuando no estaba haciendo nada. Estos pensamientos cruzaban mi mente cuando ocurrió, ella... despertó;abrió sus ojos con cuidado, se espabiló y dio un bostezo con esa boca que siempre me volvió loco, y fue en este preciso momento que entendí que yo quería verla despertar a mi lado el resto de mi vida y que mi corazón la amaría por siempre... y siempre lo hará.
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Fin del Capítulo 4

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